Cataluña D.F.

Del nuevo estatuto catalán sólo conozco lo que los medios de comunicación han dado ha conocer, es por tanto una información polarizada, matizada e incompleta, puesto que lo que deduzco de tales informaciones es que dicho estatuto solo contiene un único artículo (aunque en realidad tiene muchos más de los que debiera tener una norma con vocación de constitución), el artículo 2 donde se afirma que Cataluña es una "nación" y donde radica el ojo del huracán que en su girar impetuosos arrastra otros problemas como el de la financiación o de la administración de justicia.
Mi residual vena anarquista me inclina a hacer caso omiso de comentar u opinar sobre el dichosos estatuto catalán, que en el fondo no es que es más que un arma arrojadiza entre partidos que buscan la rentabilidad electoral. El término "nación" siempre me ha sonado mal, además de su confusa definición y su más dificil aplicación sobre un mapa, me parece que debatir sobre "nacionalidad" (sea en términos independentistas sea en términos centralistas) esconde un cierto regusto a rancio patriotismo y peligroso fundamentalismo belicista, además de atentar contra la base de la solidaridad internacional.
Por otro lado, mi segunda conciencia política, más pragmática y demócrata, heredera de ideologías pequeño-burguesas que nadie sabe cuando se convirtieron en revolucionarias, me lleva pensar que el nuevo estatuto catalán esconde un viraje hacia el concepto de estado federal. Maragall afirmó que "España es un estado federal, lo que pasa es que no se puede decir", y en mi opinión tiene razón; ahora bien, si lo que se pretende es un cambio de "régimen" (Aznar dixit) que se haga por la vía que la constitución marca.
Estado federal si, pero vamos ha hacerlo bien y a llamar las cosas por su nombre. La transición no se atrevió a federalizar del todo el estado y creo un híbrido administrativamente extraño que llamó "Comunidades Autonomás". Bien esas "Comunidades Autónomas" se han hecho mayores y piden el trato que se le debe a un adulto. ¿Se siente "papa estado" amenazado en su patria potestad?, es evidente que si. Cuando un padre pierde la patria potestad, el vinculo con el hijo se mantiene a través del respeto y es ahí donde hay que buscar el punto de unión entre las "comunidades" y el estado, en el respeto y la solidaridad; concepto ambos que parecen desconocer los políticos de este país.
En resumen, mi voto para el estado federal (y ya puestos republicano, pero eso es otra guerra) y luego para el estatuto catalán, pero por ese orden y no al revés, como se pretende. Si el estatuto vulnera la actual constitución, debería pararse en Madrid, pero por otro lado lo que plantea el "estatut" es una realidad que está ahí y que sería muy peligroso ignorar.
¿A lo mejor hay que modificar la constitución?, pero ¿tenemos la suficiente madurez democrática para acometer semejante empresa sin sobresaltos?. Tengo serias dudas.